Son cientos los ejemplos de empresas que, por ahorrar dinero en una traducción, hacen uso de herramientas como Google Translate. El último caso en salir a la palestra ha sido la nueva web de turismo de Santander. Con motivo de su presentación en la Feria Internacional del Turismo, los plazos de creación de la web se redujeron. Por ese motivo, la concejala de Turismo y Cultura, Miriam Díaz, ha declarado que no recurrieron a un especialista.
Este hecho le ha costado duras críticas por parte de los partidos de la oposición entre otros sectores. Pero, sin duda, la más justificada ha sido la emitida por ASETRAD (Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes). ASETRAD ha publicado un comunicado en el que expresan la gravedad del asunto. En él indican que comprenden la intención de abrirse al público extranjero. Sin embargo, una mala traducción hace justamente el efecto contrario. Errores como “Loot Center” para referirse al “Centro Botín”, o “historic helmet” para “casco histórico”, son muestra de ello. Esas expresiones traducidas incorrectamente provocan que el turista de habla no hispana pierda el interés al no comprender lo escrito.
Y es que mostrando un lenguaje descuidado, se perjudica la imagen proyectada a los visitantes de la web, como es el caso. Si piensas abrir tu negocio al mundo y te preocupa tu imagen en internet, contacta con especialistas. En tradumat.com disponemos de un equipo altamente cualificado para realizar las traducciones de tu web entre otros contenidos.
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